Desde fuera, el cerebro humano quizás no parezca demasiado
interesante. Lo que lo hace fascinante está escondido en su interior, en los
complicados circuitos de neuronas que te hacen ser quien eres.
Los
científicos tratan de comprender esta compleja red y encontrar la clave para
seguir alerta a medida que nos hacemos mayores. Mientras tanto, sigue lo que ya
se sabe: ejercitar las neuronas puede mejorar tu memoria y posiblemente evitar
la demencia.
En honor al mes de la concientización sobre el cerebro y el Alzheimer, dedica tiempo a conocer un poco más tu cerebro.
En honor al mes de la concientización sobre el cerebro y el Alzheimer, dedica tiempo a conocer un poco más tu cerebro.
Las piezas fundamentales
Las
neuronas, las piezas fundamentales de tu cerebro, se comunican utilizando una
combinación de señales eléctricas y químicas. ¿Cómo y cuándo se envían? ¿Cómo
se conectan? ¿Cómo cambian esas conexiones?
Entender
esos mecanismos fundamentales no es un simple volver a clase de biología. Este
conocimiento es esencial para entender cómo puedes mantener tu cerebro
saludable, y por qué estas diferentes estrategias funcionan.
Los
86.000 millones de neuronas en tu cabeza están constantemente activas. Aunque
el cerebro no representa gran parte de tu peso corporal, utiliza el 20% de la
energía de tu cuerpo para funcionar. Se compone de una materia gris y blanca.
La
materia gris, la cual contiene las partes de las neuronas que procesan el pensamiento,
usa la mayor parte de esta energía. La materia blanca es más eficiente;
contiene los axones largos de neuronas que transmiten las señales y coordinan
diferentes áreas del cerebro.
Sin
embargo, no basta con que tus células cerebrales se enciendan siguiendo los
mismos patrones una y otra vez. De un momento a otro, durante tu vida, tus
neuronas necesitan volverse a conectar con base en tus genes y experiencias.
Las
diferencias en las conexiones entre las neuronas son lo que hacen que nuestros
cerebros sean únicos, pero calificar esas diferencias es uno de los retos más
importantes que los científicos enfrentan hoy. Aunque los científicos pudieran
registrar la red de un cerebro entero en un instante, simplemente capturarían
un único fotograma de una película de toda la vida.
Fortalece tu cerebro
Hay
cosas que puedes hacer todos los días para ayudar a que tu cerebro se mantenga
bien.
Lo
más importante es una buena salud física. Hacer ejercicio y seguir una dieta
saludable puede sonar trillado, pero varios estudios han demostrado cómo estas
prácticas ayudan al cerebro a nivel celular.
El
ejercicio mejora las funciones cognitivas que van desde la matemática hasta la
memoria durante toda la vida, e incluso puede ayudar a la función cerebral
durante las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. El ejercicio mejora
el crecimiento y la sobrevivencia de nuevas neuronas en el hipocampo (una
región del cerebro esencial para la memoria a largo plazo), lo cual podría
reemplazar otras que se degeneran como resultado de la enfermedad.
Los
arándanos, la col rizada, el café y las nueces se mencionan a menudo como
buenos "alimentos para el cerebro", por sus altos niveles de
antioxidantes. ¿Por qué?
Los
compuestos de oxígeno con carga negativa se producen como un derivado del
metabolismo normal de tu cuerpo. Pueden iniciar reacciones químicas en cadena
que con el tiempo dañan o matan células. Debido a que tus neuronas son tan
activas, tu cerebro es particularmente susceptible, y los antioxidantes pueden
prevenir que ocurran tales reacciones en cadena.
Un estilo de vida activo
Sabes
que necesitas ejercitarte para que tu cuerpo esté en forma. Con tu mente sucede
lo mismo. Aprender y practicar cualquier habilidad que presente un reto (por
ejemplo, un segundo idioma, leer o incluso hacer malabarismos) puede cambiar la
estructura de tu cerebro para bien.
Este
tipo de estímulo mental puede retrasar el deterioro cognitivo asociado con el
Alzheimer, aunque hay evidencia de que una vez inician los síntomas de la
demencia, progresan más rápidamente.
Además,
mantente en contacto con amigos y familiares... ¡siempre y cuando no te genere
más estrés! Varios estudios han demostrado que formar parte de una red social
más grande puede reducir los efectos cognitivos de la enfermedad de Alzheimer.
Acepta las cosas que no puedes cambiar
El
hecho de que el cerebro siempre esté cambiando nos da la oportunidad de darle
forma a esas conexiones neuronales a través de nuestro comportamiento y
ambiente. Pero debajo de todos esos factores se encuentra el inalterable papel
de la genética.
¿Cómo
interactúan los genes y tu ambiente en el envejecimiento normal? ¿Y cuando se
padecen enfermedades como el Alzheimer? Los neurocientíficos siguen estudiando
los efectos de las elecciones de estilo de vida; han encontrado genes
vinculados a un mayor riesgo de la enfermedad y han estudiado los mecanismos
moleculares a través de los cuales las placas y los enredos de proteínas dañan
las neuronas.
Sin
embargo, hasta ahora, los avances no han hecho más que sentar las bases de un
futuro conjunto de preguntas. Por ahora solo podemos esperar que algún día, en
un futuro mes de junio, celebremos el hallazgo de una cura para el Alzheimer.
fuente: cnnespanol.cnn.com
fuente: cnnespanol.cnn.com
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