Un día, Rose-Lynn Fisher se preguntó si sus
lágrimas de dolor se verían diferente que sus lágrimas de alegría, así que
empezó a estudiarlas con con un microscopio.
Estudió 100 lágrimas
diferentes y encontró que las lágrimas basales (las que nuestro cuerpo produce
para lubricar los ojos) son drásticamente diferentes que las lágrimas que
se producen cuando estamos cortando una cebolla. Las lágrimas que se producen a
partir de la risa ni siquiera están cerca de las lágrimas de dolor. Como una gota de agua del océano cada lágrima lleva un
microcosmos completamente diferente. Su proyecto se llama La topografía de las
Lágrimas:
Lágrimas de reír hasta
llorar
Lágrimas de cambio
Lágrimas de dolor
Lágrimas por pelar una
cebolla
Fuente: upsocl.com
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